viernes, 9 de octubre de 2015

ADA S'A COLAU

El pasado día 24 ("crónicas con retraso", dígame) tuvimos elecciones y en la Alcaldía de BCN y MAD emergieron los emergentes, las mareas, la rabia y el hastío.

Yo no voto en Barcelona, porque sigo empadronado en Madrid, pero creo que en ambas se ha producido un cambio político sin precedentes: Ha ganado la ilusión.

Ahora todo son críticas y predicciones catastróficas, pero poco pueden conseguir cuando se enfrentan a la ilusión.  Porque nada hay más fuerte que la ilusión de un niño. Y en esto de los partidos "emergentes" (como en las redes sociales) todos somos unos críos. Recién nacidos, si me apuras.

Pero aunque infantes, sí podemos determinar que lo que había, los de siempre, lo hicieron mal. MUY mal en muchos casos. Tanto que nos llevaron al hastío o a la inconsciencia, nos llevaron a la depredación de lo público, al amiguismo y al nepotismo, a la tiranía de los mediocres. 

Combatir hastío con ilusión sólo merece una cosa: Una oportunidad. 

Dejemos hacer, porque peor que los de antes no pueden hacerlo.

Disfruten, ¡AR!

Por cierto, yo no voté a Podemos, pero sí a Carmena.

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