Llegadas estas fechas (y aunque el coste medio por habitante haya bajado drásticamente desde el comienzo de la crisis) madrilanes, cataleños, catalanes y madrileños; nos lanzamos, como si no hubiera mañana, a consumir y a gastar, en lugar de dejar estos "despertares" a los rusos, chinos, japoneses y demás turistas de alto standing; que son ellos, y sólo ellos, los que más deben gastarse la "lana" en nuestras tierras.
Recordad cosas como ésta cuando compréis:
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| Foto: Q |
Visto esto, debemos reconocer que en lo que sí nos diferenciamos madrileños y catalanes es en que, al menos, los catalanes tienen el valor de reconocer abiertamente lo que te "clavan".
Es una foto real, y sí, se debe tratar de un error de la tienda, pero me ayuda a ilustrar los enormes beneficios que tienen algunos productos o, al menos, los enormes sobrecostes que sufrimos desde el productor al consumidor.
Pero volvamos al tema: El gasto excesivo.
Además de consumir demasiado, gastamos en demasía decorando nuestras ciudades (tanto Madrid como Barcelona son un derroche luminoso del carajo) dejándonos llevar por un axioma que dice que decorar nuestras ciudades invita al consumo. Entonces, ¿quién generó este axioma? Porque los únicos que se frotan las manos son los de las bombillas y los de la electricidad.
Sí, vale, las ciudades están muy bonitas. Más vale mirar hacia arriba, a las luces, para no ver las sombras de esa gente que duerme en los cajeros, llena los albergues y, finalmente, puebla las arcadas de los puentes y pasos subterráneos de ambas ciudades.
Sí, vale, ya sé que se han hecho esfuerzos en poner bombillas de bajo consumo, leds y demás; pero no parece necesario cambiarlas con tanta frecuencia y menos estando como están las cosas.
Sí, vale, ya sé que consumir reactiva la economía, pero ¿la de quién? Nos meten en la cabeza un regalo estrella, el regalo de moda, que casualmente suele ser de una gran empresa multinacional.
Sí, vale, regalos hay que hacer, a todos nos gusta darlo y recibirlos, pero tampoco nos pasemos.
Hagamos, por una vez, caso a la iglesia y apelemos a la templanza, pero en el gasto (a la otra ni pensarlo) Porque toca.
Pensemos en los demás y pensemos en nosotros mismos, en llenarnos por dentro sin vaciarnos por fuera.
Os dejo algunas sugerencias para llenaros por dentro:
Reyes magos de verdad
(regalar a niños y ancianos): http://reyesmagosdeverdad.org/
Banco de tiempo
(ahora que tienes vacaciones, ponte al servicio de los demás): http://www.bancodeltiemporivas.org/
Banco de alimentos
(cuando hagas la compra, compra un extra para los que más lo necesitan):
http://www.bancodealimentos.es/
Son sólo ideas, ¿cuál es la tuya?
Disfruten, ¡AR!
P.D. Gracias a Silvia, María y Yaiza por poner su tiempo y su dinero al servicio de estas 3 iniciativas mencionadas.
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